Las señales como para que consideres hacerle una examinación a tu perro son las siguientes:
- Tu perro se rasca o muerde
- Tiene pérdida de pelo alrededor del cuello o cola
- Tu perro tiene pequeños puntos rojos en la piel
- Tiene pérdida de apetito, fiebre, dolor en las articulaciones o cansancio extremo
Los síntomas del último punto son los únicos de la lista que presentará tu perro cuando tenga una garrapata y probablemente indiquen que tenga ya alguna enfermedad que deberá tratar tu médico veterinario.
Si se trata de garrapatas, lo que debes hacer es colocarte unos guantes e intentar remover sin girar: jala de forma clara hacia arriba y deshazte de ella o de todas las que encuentres. Puedes ayudarte de unas pinzas, después limpia la zona con agua y jabón y sécala. No toques a la garrapata ni la sangre que pueda dejar en tu mascota o en otras zonas.
Posteriormente, agenda una visita veterinaria para que realicen un chequeo rápido de la herida. Ahora bien, en caso de que no puedas retirar a los arácnidos de la piel de tu mascota, acude con el veterinario para que realice el procedimiento completo.
Estos son los lugares favoritos de las garrapatas para esconderse y también pueden ser uno de los lugares en que se suban a tus mascotas. Si limpias de forma cotidiana estos espacios, reducirás las probabilidades de que se instalen en tus compañeros peludos.
No te olvides de incluir las camas y cojines de tu compañero peludo.
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